Aier nos encontrábamos jugando pool con messi en su casa. De pronto, paul llega con un extraño maletín. Era un juego de poker. Nunca lo había jugado. Me gustó. En más, es un juego vicioso que nos llevó a la determinación de una nueva junta para poder seguir deleitandonos con la euforia, intriga y nerviosismo que entrega un juego como aquel. Y luego de unos largos minutos, experimentando las estrategias y apuestas de mis nacientes amigos pude hacer el INTENTO de jugar.
La luz era perfecta para crear un ambiente casi identico al que vemos por las pantallas en ESPN. El humo del cigarillo de paul se esfumaba en el aire libre. la pizza era perfecta para pasar el trago amargo no solo del ron sino tambien de la derrota. Una foto para inmortalizar el momento, sellando la victoria arrasadora de paul, frente a dos cuasi-jugadores que por motivos obvios no daremos sus nombres.
Pero ¿cual es el meollo de este asunto?. La lección que pudimos sacar de este juego no fue lo malo que soy para apostar. Ni tampoco lo bueno que pudo ser paul. Ni tampoco los interminables préstamos que tuvo que pedir messi para intentar por enesima vez seguir jugando.
Llegamos a una terrible analogía con el mundo real.
No se si este es el problema de todos los alumnos que creen estudiar el Derecho, pero ya en más de una vez de jolgorio y warisnaque, ha sido casi una sesión de estudio llevando a la practica nuestros rústicos conocimientos aún.
En fín, lo que pudimos darnos cuenta es que el mundo de los numeros, billetes, transacciones, trámites, deudas, negocios, dicom, sueldos, empresas, señores asalariados, etc; todo ese mundo tiene un muy buen parecido al poker. No es que estuvieramos inhalando ningun estupefaciente, ni ingerido alucinogénos sino que, por lo que a continuacion he de narrar, se darán cuenta de la buena imagen que pudimos concluir.
Todo partió con la gran habilidad del jugador paul arias, nose si ha base de esfuerzo, emprendimiento o engaño pero nos pudo sacar cada peso de nuestros fondos hasta llegar a acumular un significante pozo de juego, arrasando con las intenciones de los jugadores david tobar y felipe reyes, dejandonos en la ruina y sin patrimonio pecuniario. El gran capital que pudo adjuntar dicho jugador, le valio para (en el caso hipotetico de la realidad obviamente) darse unas buenas vacaciones en venecia, paris o Hong Kong, viviendo en una lujosa vivienda en Jardines del Sur. Por el lado contrario, estaba este humilde servidor. Me introducía con esfuerzo, ganas y proyección, pero a base de malas decisiones, presiones y engaños, lo perdí todo. Al punto que tuve que pedir un préstamo al Banco Mundial para que me pudiera subsidiar. Con el sudor de mi frente pude pagar cada peso que había pedido, pero luego de poder sobrevivir unos minutos con aquel pozo en mis manos, nuevamente la gran fortuna de paul me hizo sucumbir ante su poderío (que ha veces solo se trasmitía en hacerme dudar y tirar la carne a la parrilla para quitarme lo poco que yo poseía).
Peor suerte le toco a mi malogrado compañero Felipe Reyes. Este desgraciado, como diría el gran "pepe toño"; tuvo que pedir inumerables préstamos al Banco Mundial para poder subsistir y en cada intento de poder salvar su pellejo, o incluso tratar de pagar el prestamo acumulado; la capacidad arrolladora de Paul no lo dejaba sobrevivir y nuevamente comía polvo en el suelo.
Ahora, me pregunto que tan de real será esto en la vida común. ¿Será real que grandes empresas arrollen con micro y medianos empresarios que a la hora de ganar dinero solo lo hacen para pagar las deudas adquiridas? ¿Será verdad que los grandes capitales utilicen artimañas para engañar a la gente?
Pero, por favor. Que pabadas; la unica verdad es que esto era sólo un juego.
¿o no?
